"El 2 de noviembre de 2014, Addie y yo nos casamos en la parte superior de Roan Mountain. Hacía frío y era mágico. Nuestro perro, Ryder, insistió en realizar la filmación del video de la boda, así que le permitimos hacer lo suyo.
Dentro de las tendencias en bodas hay dos corrientes que poco a poco empiezan a destacarse, por un lado tenemos a la clásica y tradicional, aquella donde se invierte una fuerte cantidad de dinero y su planificación requiere de muchos meses e incluso años de antelación. Por otro lado, nos encontramos con aquellas bodas donde la idea es jugar con los elementos, ser creativos y disfrutar, más que preocuparse porque todo salga de manera perfecta, se busca tener un verdadero vínculo con los asistentes y crear recuerdos espontáneos.
Definitivamente hay personas que dan la vida por sus mascotas y los dejan hacer lo que ellos quieran, y esta pareja de recién casados parecen ser de esos.
Cuando uno piensa en el día de su boda, uno quiere que todo esté perfecto, el vestido impecable, la comida deliciosa, todo en orden y a tiempo, y por supuesto, producir el mejor video y las mejores fotografías de ese acontecimiento tan especial. Sin embargo, estos chicos lo idearon todo de una manera diferente.
Cuando uno piensa en el día de su boda, uno quiere que todo esté perfecto, el vestido impecable, la comida deliciosa, todo en orden y a tiempo, y por supuesto, producir el mejor video y las mejores fotografías de ese acontecimiento tan especial. Sin embargo, estos chicos lo idearon todo de una manera diferente.